domingo, 15 de octubre de 2017

Música en el Romanticismo

Origen del Romanticismo musical

La mayoría de los musicólogos coinciden en situar este período aproximadamente entre 1815 y 1880 en la mayor parte de las naciones europeas occidentales, coincidiendo con el nacimiento de una serie de artistas geniales, también románticos, como Goya, Delacroix, Turner, en pintura, y Lord Byron y Goethe en literatura. En la faceta musical dicha genialidad no escasea, apareciendo personalidades de la categoría de Beethoven, Schubert o Brahms.

Función de la música romántica

El Romanticismo, a pesar de tener manifestaciones muy diversas, es un movimiento muy compacto, por lo que distintas características y elementos cumplen la misma función en todas las formas artísticas. Ello es debido a la importancia que toman, durante el desarrollo de este movimiento, los filósofos y teóricos de esta época (Hegel, Schopenhauer y Nietzche), cuyos principios teóricos inspiran la Revolución Francesa.
El Romanticismo coincide con el desarrollo de una mera situación política originada, como ya se ha dicho, en la Revolución Francesa. La sociedad se fundamenta a partir de ese momento en un modelo político, económico y cultural basado en una mera clase social que desde hace tiempo opta por el poder: la burguesía. Pero ello no implica que exista una transformación de las antiguas estructuras sociales y económicas, simplemente se trata de un relevo en el poder.
También este es el momento en que se liberaliza el pensamiento económico con la publicación por Adam Smith de La riqueza de las naciones, idea también propiciada por la burguesía. Asimismo, impone una reafirmación de la idea de libertad, que en el ámbito religioso conduce a la supresión de la religión única, apareciendo en muchas naciones la libertad de culto, aunque este fenómeno tardará muchos años en asentarse definitivamente.
Dentro de un pensamiento más abstracto, es también, durante esta época, cuando se preconiza el retorno a la naturaleza, pero de una manera más literaria que real. Estas breves líneas sirven para entender cómo el ideario romántico va a afectar el arte musical durante esta época. El hecho de que las revoluciones sociales del XVIII (Revolución Francesa, épocas liberales en España, etc.) hayan fracasado, va a generar un cambio cualitativo en la función que cumple la música. Si durante el Clasicismo la música no es más que un medio artístico en búsqueda de la belleza y el equilibrio, durante el Romanticismo, las profundas crisis intelectuales y políticas hacen que el hombre vea en la música una forma de evasión de la realidad, a la vez que un vehículo de expresión idóneo para todos sus sentimientos.
El principio de libertad va a invadir la totalidad de las esferas de la vida romántica, penetrando lógicamente en la expresión musical, que a la larga determina su absoluta metamorfosis. Para la expresión de estos sentimientos, que muchas veces no tienen nada que ver con lo humano, se necesita un lenguaje especial, por lo que el Romanticismo incorpora a la música la noción de comunicación que facilita su transmisión. Así, si durante el Clasicismo el autor aspira a contar el argumento que inspira su obra, durante el Romanticismo a lo que se aspira es a hacer partícipe al público de su idea, que, por supuesto, es la base argumental de la obra. Aparece durante esta época un nuevo público que entiende la música de una forma radicalmente distinta: el goce de la audición deriva del impacto que produce la comunicación de la idea del autor.
Un aspecto sobre el que este movimiento artístico ejerce especial influencia es sobre el Nacionalismo, facilitando que naciones sin apenas tradición musical aspiren a reafirmar su personalidad a través de la música. Ello es evidente en los países eslavos o nórdicos, que durante esa época viven un auténtico renacimiento musical.

Características de la música romántica

El paso de la música clásica a la romántica conlleva un cambio total en el panorama musical europeo, tanto en lo que respecta a los autores, como en la forma de elaborar la música, ahora radicalmente distinta.
Las transformaciones a escala formal son de la misma magnitud que las sufridas a nivel funcional, ya analizadas en el apartado procedente. Estos cambios se pueden cifrar de manera esquemática en:
  • Si el ambiente que predomina es el de libertad, la música es intrínsecamente una expresión libre, abandonándose definitivamente las normas y leyes de composición propias del Clasicismo.
  • La música pasa a ser un modo de expresión general de la mayoría de las clases sociales, especialmente la burguesía, que va a hacer suyo el lenguaje sinfónico; la nobleza, más conservadora, opta por una forma musical mucho más antigua, la ópera, manteniéndose esta bipolarización hasta el siglo XIX.
  • El lenguaje expresivo fundamental en la música romántica se consigue mediante la modulación constante, es decir, mediante la sucesión de tonos diferentes en la pieza musical. A la modulación se unen los constantes cambios armónicos que refuerzan esta sensación.
  • El ritmo se enriquece con respecto a otros estilos musicales, ya analizados, y será necesario llegar al Nacionalismo musical para que de las danzas folklóricas no sólo se tome la melodía sino también el ritmo.
  • Independencia del autor, cada vez menos sujeto a las normas de los mecenas y más relacionado con los editores de partituras, lo que le permite mayor libertad de expresión y composición.
  • Búsqueda de la expresividad, los sentimientos y los estados de ánimo en el oyente.
  • La melodía ocupará un lugar privilegiado dentro de la obra. Dichas melodías ya no serán tan regulares como en el Clasicismo y estarán cargadas de cambios de dinámica; todo ello con la finalidad de expresar en mayor medida los sentimientos.
  • La armonía, al igual que la melodía apoyará la expresividad de la música y para ello usará frecuentes cambios de tonalidad y cromatismos.
LOS ESCENARIOS ROMÁNTICOS
La vida musical europea vivió, en esta época, un periodo de gran intensidad en torno a ciudades como París, Viena, Londres,... Existía una producción musical muy variada que se valía de escenarios muy distintos:

  • CONCIERTOS PÚBLICOS: Se celebraban en grandes solas propiedad del Estado o de empresas privadas. A ellas se accedía pagando una entrada. Estos lugares eran el marco ideal para grandes funciones sinfónicas, de ópera, de ballet,...
  • SALONES PRIVADOS: En las casas de los aristócratas y de los ricos empresarios burgueses se realizaban conciertos privados. Normalmente eran salones no demasiado grandes. Su ambiente era selecto y restringido a unos pocos privilegiados. La música más demandada en estos escenarios era la de cámara.
  • MÚSICA EN FAMILIA: En ocasiones los artistas se reunían con familiares o amigos para celebrar fiestas en las que la música era el ingrediente principal. Era, para la gran mayoría de los compositores románticos, el escenario preferido por su ambiente íntimo y personal. Fueron famosas las Schubertiadas, veladas musicales lideradas por Franz Schubert.

Formas musicales durante el Romanticismo

Durante el Romanticismo se constatan dos claras tendencias: la primera, perpetuar las formas musicales de larga duración, como la sinfonía o sonatas, y la segunda, la creación de nuevas formas, pero de una duración muy corta. Estas últimas tienen la propiedad de poder expresar los caracteres románticos más claramente por su fuerte poder de comunicación. En este sentido surgen:
Nocturnos. En teoría es una pieza musical destinada a ser tocada por la noche, designando el término a la obra de corto tamaño de carácter lírico y poético. Creada por John Field, pianis ta de origen irlandés, alcanza su máximo apogeo con Chopin.
Impromptus. Piezas creadas de una forma improvisada.
Valses. Aunque su origen se remonta al siglo XVIII y es una danza de ritmo lento, durante su posterior desarrollo alcanza la forma actual con un compás 3/4. El origen del término es austríaco, walzen, es decir, bailar dando vueltas.
Fantasías. Aunque tiene su origen en la España del siglo XVI y mantienen su carácter de improvisación, el desarrollo definitivo se consigue en estos momentos, manteniendo el mencionado carácter de improvisación.
Baladas. Este término es de origen provenzal y significa danza, siendo generalmente de origen popular, aunque interpretada de forma lírica. Esta composición, aunque profundamente transformada, tiene notable éxito en estilos musicales como Jazz y Rock.
Preludios. Sirve para designar a las formas musicales que no responden a ninguna otra determinada.
Estudios. Pieza musical para un solista que tiene como característica la de ser un ejercicio especialmente difícil en su ejecución, a base de vencer determinadas dificultades como arpegios, trinos, etc.
Intermezzo. Término procedente del italiano, que significa intermedio. No es más que un divertimento que se introdujo en Italia en medio de las representaciones sacras o entre las comedias o tragedias.
Barcarola. Tipo de canto de los gondoleros italianos y que adaptado a la forma orquestal tiene un compás de 6/8.

Compositores románticos

A continuación se va a analizar una larga lista de autores románticos que tienen especial importancia como compositores, y en muchas ocasiones como intérpretes de sus propias piezas.

Beethoven

Es el autor musical romántico por excelencia. Hijo de músico, nace en Bonn, en 1770, creciendo en un ambiente degradado y pobre, ya que su padre, alcohólico empedernido, le obliga a dar conciertos desde edad muy temprana para socorrer económicamente a la familia.
Beethoven no es un autor romántico a lo largo de toda su vida, sino que previamente compone obras en el más puro estilo clásico, inspirándose en Mozart y Haydn, llegando a ser alumno de este último. La obra de Beethoven se puede dividir en tres qrandes períodos o maneras:
1.º Primer periodo: comprendido entre 1794 y 1800; este período se caracteriza por la influencia de Mozart y Haydn, constituyendo, por tanto, una época plenamente clásica, aunque con algunas características que preludian su etapa romántica. Durante ella compone las primeras sonatas, los tres conciertos para piano y orquesta y su obra fundamental, la Primera Sinfonia.
2.º Segundo período: comprendido entre 1800 y 1815; aunque respeta la tradición clásica, ya se dibuja plenamente su rica personalidad musical que cuida de traducir sus sentimientos con sinceridad. Destacan sus sinfonías Heroica o Tercera, Cuarta, Quinta y Sexta o Pastoral; sonatas, cuartetos y las oberturas de las óperas Criolano y Egmont.
3.º Tercer período: a partir de 1815; constituye la época más trágica de su vida, ya que se queda absolutamente sordo, a la vez que totalmente arruinado. Todos estos factores condicionan su manera de componer: como consecuencia de su escepticismo, se produce en él una renuncia absoluta a las antiguas formas admitidas, dejando en total libertad su inspiración. Son de esta época sus composiciones más geniales, destacando sus últimas cinco sonatas para piano, los igualmente últimos seis cuartetos y su Novena Sinfonia, con coros inspirados en el Himno a la Alegría de su compatriota Schiller. El día 1 de diciembre de 1826 contrae una congestión pulmonar que le lleva a la muerte.

Schubert

Nacido en Lichtenthal, localidad muy cercana a Viena, su vida es profundamente melancólica. En un principio educado musicalmente por su padre, sus dotes de cantante facilitarán el que pueda ingresar en el coro de la Capilla Imperial, donde recibirá lecciones de Salieri, músico italiano contemporáneo de Mozart.
A los dieciséis años abandona la Capilla y comienza a escribir Lieder, canciones de origen alemán profundamente líricas, de las que llega a componer más de 600. Bohemio, despreocupado e inconstante en el trabajo, lleva una vida libertina, en la que no se le conocen amores que marquen su obra, como a casi todos sus compañeros románticos.
Fallece muy joven, a los treinta y dos años, habiendo compuesto, además de los Lieder, nueve sinfonías, entre ellas la famosa Inacabada, varios impromptus y la ópera Alfonso y Estrella.

Mendelssohn

Nacido en el seno de una rica familia judía, pero de profunda convicción luterana, Félix Jacobo Luis, nombre original del músico, lleva una cómoda vida que favorece su tem prana vocación musical, reforzada por la especial influencia de su hermana Fany, igualmente dedicada a la música, y que le inculcará su amor por Bach y Beethoven.
La labor de Félix Mendelssohn como compositor es dilatada. En 1825 ejecuta por primera vez el Concierto en si menor y días más tarde finaliza su Octeto, en el que aparece por primera vez el Scherzo mendelssohniano, pieza de carácter corto y divertido, de procedencia italiana. Un año más tarde, tras leer Sueño de una noche de verano, obra de Shakespeare, compone una obertura, quizá su obra más conocida.
Viaja a Inglaterra e Italia, donde triunfa gracias a su música brillante y seductora. Gran orquestador, juega notablemente con los instrumentos de arco. Es autor de cinco sinfonías, dos concier tos para piano, un concierto para violín, dos oratorios, Ellas y San Pablo, Oberturas a Ruy Blas y Las Hébridas, e importantes páginas de música de cámara.

Schumann

Posiblemente este autor reúne todas las cualidades del músico romántico. Sus melodías imaginativas, la ternura y espontaneidad, convierten su obra en algo poéticamente intenso. Nace en Zwickau (Alemania), en el seno de una familia acomodada y culta. Su padre, editor, alimentará su vocación musical y hará que estudie con el pianista Wieck, con una de cuyas hijas se casará más tarde. Funda una revista de crítica musical con el único objeto de defender a sus amigos Chopin y Brahms. A los cuarenta y cuatro años pierde la razón y fallece míseramente en un manicomio.
En su obra caben destacar los lieder, de los que es creador junto con Schubert, un Concierto para piano, otro para violoncelo, cuatro sinfonías y el de cámara, con tres cuartetos de cuerda y varias sonatas para violín y piano.

Brahms

Originario de Hamburgo (Alemania), fue un excelente pianista que comenzó tocando en las tabernas del puerto de esta ciudad. Amigo de Liszt y Schumann, su principal característica es su ferviente admiración por Beethoven.
Toda su obra está encaminada a imitarlo, aunque sus sinfonías poseen innovaciones de cierta importancia y profundidad. Su obra es de carácter grave e intenso, pudiéndola resumir en dos conciertos para piano, uno para violín, otro para violín y violoncelo, varias oberturas y numerosos Lieder.

Bruckner

Organista y compositor de origen austríaco. Formado musicalmente durante su infancia en el coro de una iglesia, en su madurez ejercerá como profesor en el conservatorio de Viena. Fue contemporáneo de Wagner y, tras conocer algunas de sus óperas, su obra sinfónica se verá marcada por ellas. Es autor de nueve sinfonías y su ferviente catolicismo le lleva a componer cuatro misas de Te Deum y un Quinteto de cuerda.

Franck

También organista como el anterior, pero de origen belga. Su fama le viene por cultivar la composición en forma cíclica, es decir, sus obras están compuestas de varios movimien tos, pero todos ellos con la misma temática.
Igualmente usa constantemente el cromatismo, técnica que consiste en la utilización de sostenidos y bemoles. De entre sus obras destacan: Sonata para violín y piano, Quinteto con piano, Sinfonia en re mayor, Variaciones sinfónicas para piano y orquesta y una importantísima producción organistica.

El piano durante el Romanticismo. Liszt y Chopin

Si durante el Barroco el instrumento que acumula todas las preferencias es el órgano y en el Clasicismo la orquesta, el Romanticismo opta por un instrumento relativamente joven, el piano. Dicho instrumento tiene dos representantes fundamentales:

Chopin

Aunque nacido en Zelazawa Wola (Polonia), a Chopin se le adscribe siempre a la escuela romántica alemana, siendo su principal característica lo inflamable de su temperamento musical.
Su padre, de origen francés, inculca a Chopin una educación esmerada, sin obstaculizar en ningún momento su vocación musical. Excelente alumno, progresa rápida y asombrosamente siendo protegido por el príncipe Radzwil en Varsovia, quien ejerce una notable influencia sobre el joven. De Varsovia marcha a Viena al estallar una revolución, aunque también le mueve su amor por Constanza que reside en aquella ciudad. Más tarde marcha a París, ciudad que se convierte en su segunda patria, y allí se presenta en los salones más aristocráticos para desde ellos conquistar el mundo. Su primer concierto lo da en la Sala Pleyel el 26 de febrero de 1832 ante un escaso público, pasando su actuación sin pena ni gloria. De nuevo es el príncipe Radzwil el que le ayuda, presentándolo al barón de Rothschild que facilita su entrada en la alta sociedad parisina.
Durante una larga época gana el dinero a manos llenas, pero lo gasta con la misma facilidad invirtiéndolo en la causa del nacionalismo polaco. Se enamora de una dama sin ser correspondido y para olvidarla se refugia en George Sand, seudónimo de Armandine Dupin. Cae enfermo de tuberculosis, buscando su curación en el sur de Europa, más concretamente en Palma de Mallorca. Tras recuperarse levemente, marcha de nuevo a París donde rompe definitivamente con su amante y en donde encuentra la muerte.
La obra de Chopin es exclusivamente pianística. Escribe dos conciertos, dos sonatas y una innumerable cantidad de piezas cortas como mazurcas, polonesas, valses y nocturnos, así como una magnífica colección de estudios.

Listz

Al igual que Chopin, se trata de un prestigioso pianista y un admirable improvisador. Su importancia se debe a su papel de animador del ambiente musical de la época, ayudando en sus primeros momentos a Berlioz y Wagner.
Nace en Rading (Hungría) y muestra una gran precocidad al escribir a los catorce años sus primeros estudios para piano. Tras una vida ajetreada, propia de un romántico, en su madurez se entrega al sacerdocio religioso. Es igualmente el padre de Cósima, la que más tarde será la esposa de Wagner, con el que mantiene una relación, a la vez amistosa, fraternal y artística, pues vive con él una larga temporada en Weimar, siendo este período el más fecundo de su vida musical. Durante esta época compone los poemas sinfónicos Tasso, Dante, la Sinfonia Fausto, Concierto Patético y las Rapsodias húngaras.
Como es de suponer, en su última época, la de sacerdote, compone música eminentemente religiosa y que apenas tiene importancia. Deja escritas un total de más de mil doscientas obras.

PERIODOS MUSICALES

En este periodo podemos hablar de tres etapas:

  • ROMANTICISMO TEMPRANO (1800-1830): Beethoven será la figura que sirva como puente entre las dos épocas. Surgen las primeras manifestaciones que combinan innovación y continuidad con el Clasicismo. En esta etapa destaca Schubert, que logrará la expresión plena del lirismo romántico en sus piezas para piano y en los lieder.
  • ROMANTICISMO PLENO (1830-1850): El movimiento romántico se extiende por toda Europa. París se convierte en un centro importante de cultura musical. Es la época del virtuosismo instrumental con autores como Listz (piano) o Paganini (violín). Se asientan nuevas formas compositivas como la Música Programática (descriptiva).
  • ROMANTICISMO TARDÍO (1850-1890): Los grandes operistas de la época, Wagner y Verdi, escriben sus mejores obras. Destacan compositores de la talla de Brahms. Aparecen las nuevas corrientes: Post-romanticismo y Nacionalismo.

Ópera romántica (1800-1924)

En la ópera se tendió a relajar, romper o mezclar entre sí, las formas establecidas en el barroco o el clasicismo. Este proceso alcanzó su apogeo con las óperas de Wagner, en las cuales las ariascorosrecitativos y piezas de conjunto, son difíciles de distinguir. Por el contrario, se busca un continuo fluir de la música.
También ocurrieron otros cambios. Los castrati desaparecieron y por tanto los tenores adquirieron roles más heroicos, y los coros se tornaron más importantes. A finales del período romántico, el verismo se popularizó en Italia, retratando en la ópera escenas realistas, más que históricas o mitológicas. En Francia la tendencia también se acogió, y quedaron ejemplos populares como Carmen de Bizet.
Muchos compositores del Romanticismo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, escribieron música nacionalista, que tenía alguna conexión particular con su país. Esto se manifestó de varias maneras. Los temas de las óperas de Mijaíl Glinka, por ejemplo, son específicamente rusos, mientras que Bedřich Smetana y Antonín Dvořák utilizaron ritmos y temas de las danzas y canciones populares checas. A finales del siglo XIX, Jean Sibelius escribió Kullervo, música basada en la épica finlandesa (el Kalevala) y su pieza Finlandia se convirtió en un símbolo del nacionalismo finés.

El elemento vocal en la música romántica

La época romántica no fue ya un siglo de grandes composiciones vocales. Subsistieron todavía una serie de compositores a capella, exquisitos y refinados, como Mendelssohn y Brahms, que lograron efectos de armonía y cromatismo inconcebibles en el siglo XVI, que fue la edad florida del estilo a capella. Especialmente, en Alemania, el medio para conseguir este refinamiento fueron las composiciones corales para hombres, las cuales, sin embargo, debieron su impulso no a razones puramente artísticas, pues se convirtieron en expresión del nacionalismo o de las actividades partidistas, mientras que el resto de las manifestaciones de base vocal cayeron en desuso. Los grandes adalides del período romántico no pensaron ni por un momento en componer obras para la iglesia y contribuir así a que se escucharan los versículos de la Biblia.
Se escribieron oratorios, como El paraíso y la peri, de Schumann. Brahms escribió Un Requiem alemán, obra religiosa con texto totalmente en alemán. También se escribieron misas y otras obras religiosas. El Ave María de Schubert, es un lied para canto y piano.

Instrumentación y escala

Como en otros períodos, la instrumentación se adaptó a los requerimientos musicales del período. Compositores como Hector Berlioz orquestaron sus obras de una forma nunca antes escuchada, dándole una nueva prominencia a los instrumentos de viento. El tamaño de la orquesta estándar aumentó, y se incluyeron instrumentos tales como el piccolo y corno inglés, que antes se utilizaban muy ocasionalmente. Mahler escribió su octava sinfonía, conocida como la Sinfonía de los mil, por la masa orquestal y coral que se requiere para interpretarla.
Además de necesitar una orquesta más grande, las obras del Romanticismo se tornaron más largas. Una sinfonía típica de Haydn o Mozart, compositores del clasicismo, puede durar aproximadamente veinte o veinticinco minutos. Ya la tercera sinfonía de Beethoven, que se suele considerar como del Romanticismo inicial, dura alrededor de cuarenta y cinco minutos. Y esta tendencia creció notablemente en las sinfonías de Anton Bruckner y alcanzó sus cotas máximas en el caso de Mahler, con sinfonías que tienen una hora de duración (como es el caso de la primera y la cuarta) hasta sinfonías que duran más de una hora y media (como la tercera u octava).
Por otro lado, en el Romanticismo creció la importancia del instrumentista virtuoso. El violinista Niccolò Paganini fue una de las estrellas musicales de principios del siglo XIX. Liszt, además de ser un notable compositor, fue también un virtuoso del piano, muy popular. Durante las interpretaciones de los virtuosos, solían destacar más ellos que la música que estaban interpretando.

Estos son algunos de los instrumentos que aparecen en el Romanticismo:
VIENTO
Contrafagot: Especie de fagot de grandes dimensiones, cuyos sonidos se producen a la octava grave del fagot ordinario.
Saxofón: Instrumento de viento compuesto de un tubo cónico de metal encorvado en forma de U, con varias llaves y una boquilla de madera y caña. Los hay de varios tamaños.
Corno inglés: Instrumento de viento, más grande y de sonido más grave que el oboe.
Tuba: Instrumento de viento de grandes proporciones y de sonoridad voluminosa y grave.
TECLADO
Piano: Aunque ya existía en el Clasicismo, el piano es el gran instrumento del romanticismo. Permite la mayor expresividad a los compositores, que son, muchas veces, virtuosos de este instrumento.
Videos:

Bibliografía:

  • https://kerchak.com/el-romanticismo-en-la-musica/
  • https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_del_Romanticismo
  • https://educ-arte.jimdo.com/m%C3%BAsica-4%C2%BA-eso/los-periodos-hist%C3%B3ricos-de-la-m%C3%BAsica/m%C3%BAsica-en-el-romanticismo/

sábado, 14 de octubre de 2017

Música en el Clasicismo

Música del Clasicismo

Clasicismo es el estilo de la música culta europea desarrollado aproximadamente entre 1750 y 1820 por compositores como Wolfgang Amadeus Mozart y Joseph Haydn. Coincide con la época cultural y artística (en la arquitectura, la literatura y las demás artes) hoy denominada Neoclasicismo. Tuvo sus grandes centros de difusión en BerlínParísMannheim y, sobre todo, Viena. Se caracteriza por la claridad de las texturas, la simetría de las frases, la consolidación de la tonalidad plena y el establecimiento de las formas musicales clásicas (sinfonía, sonata, cuarteto...).

El Clasicismo es la época de la Ilustración, un movimiento intelectual promovido por la burguesía y la pequeña nobleza. Su principal obra fue La Enciclopedia, que sirvió para divulgar la cultura. Esta burguesía será el nuevo público que aprecie sus obras.

La música deja de verse encerrada en iglesias y palacios y se puede disfrutar en las casas de los burgueses o en espectáculos públicos.

La música del Clasicismo es la música del equilibro, busca el orden y la claridad, que demuestra en sus melodías y armonías simples y sencillas, muy fáciles de comprender para el público. Es música refinada y elegante.
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El instrumento más importante del período del Clasicismo es el Piano. La evolución del Clave es el llamado "pianoforte". El clavecín no podía hacer sonidos más fuertes o más suaves, siempre emitía los sonidos con la misma intensidad. Su evolución podía, en cambio, variar esta intensidad según si se tocaban las teclas con mayor o menor fuerza. Los términos musicales para suave y fuerte son piano y forte, por eso este nuevo instrumento se llamó así, pianoforte, aunque con el paso del tiempo el nombre se acortó hasta ser conocido simplemente como piano, tal y como lo conocemos actualmente. 

El piano permitía trabajar perfectamente las características de equilibrio orden y sencillez del clasicismo, trabajando a la vez melodías y armonías que encajaban dentro de lo que tenían que ser en el período clásico sin problemas. 

Los tres grandes músicos del Clasicismo son Hydn, Mozart y Beethoven, que trabajaron en Viena, la ciudad más importante en contexto musical.

Denominación

Mientras que las restantes artes redescubrían y copiaban en esta época los antiguos modelos grecorromanos, los muy escasos restos musicales conocidos de la música de la Antigüedad eran insuficientes para basarse en ellos, por lo que el clásico es un estilo musical nuevo.
Por esta misma razón, la denominación música clásica nunca se usó para la música grecorromana, prácticamente desconocida, y comenzó a ser utilizada por los románticos para nombrar a la música de la época que les precedió, esta de la segunda mitad del siglo XVIII; luego, por extensión, el nombre fue usado para toda la música culta occidental anterior al siglo XX.

Estética y características generales

El siglo XVIII fue el de la Ilustración, y su estética se trasladó al estilo musical: gusto por lo natural, lo equilibrado y lo claro; rechazo del artificio y el exceso de sofisticación de la música barroca; imitación de la naturaleza, en forma de estructuras simples y frases simétricas similares a las de la música folclórica; en la ópera, verosimilitud y cercanía al espectador de los argumentos, e integración íntima del drama y la música.
Además el público de la música culta se extendió de la vieja aristocracia a la pujante burguesía, que compraba masivamente ediciones de partituras y llenaba los teatros de ópera y de concierto, lo que impulsó a los compositores a acercar su estilo a lo popular. La difusión de la música aumentó y se internacionalizó, y con ella la fama de los compositores más destacados, de modo que el estilo se unificó en toda Europa y los autores más conocidos hicieron frecuentes giras por las principales capitales del continente.
Como consecuencia de todo ello las características principales de la música del Clasicismo son:
  • Uso de la textura de melodía acompañada, consistente en el predominio de la voz más aguda, que centra el interés en su melodía, mientras el resto de instrumentos la acompañan; sólo en ocasiones se usa la homofonía o la polifonía imitativa. El acompañamiento es ya escrito explícitamente (desuso del bajo continuo).
  • Melodías de un mayor carácter cantabile y simétricas, con frases estructuradas en antecedente y consecuente (o pregunta y respuesta), que típicamente se cierran en las armonías de dominante y tónica, respectivamente.
  • Armonías muy claras y funcionales, basadas en los acordes de tónica, dominante y subdominante, que estructuran las frases y la forma musical con cadencias muy claras. El ritmo armónico (velocidad a la que cambian los acordes) suele ser más lento que en el Barroco: es típico el acompañamiento arpegiado llamado bajo de Alberti en el piano, o el trémolo en el acompañamiento orquestal.
  • Se escribe mucha más música en modo mayor (más alegre) que en modo menor. Se amplía el campo de las modulaciones y se usan tonalidades cada vez con más alteraciones.
  • Compás muy claro y regido también por la armonía.
  • Se amplía la orquesta y su rango dinámico. Cada vez se escribe en detalle una mayor variedad de dinámicas y articulaciones, dejando menos espacio a la interpretación del ejecutante.
  • Se usan formas estandarizadas (en particular la llamada forma sonata) pero con gran interés y variedad en la estructura interna de la música. Es en este periodo cuando se definen claramente las formas y estructuras en las que se basa la música culta occidental casi hasta nuestros días: la sonata, la sinfonía y el concierto clásico.
  • La característica principal del Clasicismo es la simplicidad de las notas y las estructuras. En vez del empleo de los excesivos ornamentos del estilo barroco, se usan notas claras, simétricas, intentando imitar la naturaleza. 
Otras caracterìsticas son:
  • Melodia acompañada. En general solo se destaca una melodía. El resto de los instrumentos solo la acompañan.
  • Frases simétricas. La estructura de las frases pasa a ser, en general, del tipo «pregunta y respuesta». La pregunta es una melodía con suspenso, y la respuesta es una melodía conclusiva, que da respuesta a la primera parte.
  • Armonía clara. La armonía del Clasicismo se basa en los acordes de tónica, dominante y subdominante, que son los más importantes. En general, la sucesión de acordes es más lenta que en el barroco.
  • Modo. Se acude más el modo mayor que al menor. El modo mayor es el característico de las melodías alegres (allegro) mientras que el modo menor es el propio de las canciones tristes.
  • Ampliación de la orquesta. En el barroco las orquestas eran muy pequeñas. En el Clasicismo se añaden más instrumentos; eso hace que la música sea más dinámica y de mayor variedad de registros.

Periodos y autores de la música del Clasicismo

Los estilos preclásicos

A mediados del XVIII convivieron diversas corrientes musicales. El Rococó o estilo galante, ejemplificado por Johann Christian Bach (hijo de Johann Sebastian Bach y conocido como el Bach de Londres), se caracterizó por el paso de las texturas complejas a melodías claras con acompañamientos sencillos, y la creación de estructuras formales bien definidas con secciones claramente articuladas: una fusión de la claridad formal de la música francesa con las innovaciones armónicas y estructurales del estilo italiano, como las del sinfonista milanés Giovanni Battista Sammartini. En Alemania surgió el Empfindsamer Stil o estilo sentimental, que buscaba la expresión directa y natural de sentimientos, y que practicaron Wilhelm Friedemann Bach y Carl Philipp Emmanuel Bach (el Bach de Berlín), hijos ambos también de Johann Sebastian.
Una de las figuras decisivas en la fijación de la forma sonata fue el compositor italiano Domenico Scarlatti. El estilo de sus obras era innovador porque utilizaba estructuras claras, y melodías con acompañamientos cada vez más comprensibles para el oyente. Otro compositor influyente fue Christoph Willibald Gluck, reformador operístico que pretendió volver a una fusión de música y texto, restándole importancia a la improvisación de ornamentos típica del bel canto y atendiendo más a la modulación como forma de articular las escenas dramáticas.
En el campo sinfónico fue fundamental la aportación de la Escuela de Mannheim, cuya orquesta de corte estuvo en la vanguardia de la técnica orquestal (cambios dinámicos espectaculares, introducción de los clarinetes...). A esta escuela pertenecieron Johann StamitzFranz Xaver RichterCarl StamitzFranz Ignaz Beck y Christian Cannabich.

1750 a 1775

Joseph Haydn, retratado por Thomas Hardy
Para la década de 1750 las formas instrumentales como el concierto y la sinfonía (ésta originalmente la mera obertura de las óperas) habían ganado la suficiente fuerza como para ser interpretadas independientemente de la música vocal, y tenían gran aceptación en las cortes.
El compositor del momento era Franz Joseph Haydn. Además de escribir sinfonías de estructura claramente clásica, escribió sonatas para pianoforte, el nuevo instrumento de teclado en plena fase de perfeccionamiento y que permitía mayores capacidades expresivas. Fue considerado también el gran creador del cuarteto de cuerda, pues sus obras para esta formación, de gran refinamiento melódico y armónico, dieron una importancia similar a los cuatro instrumentos y fijaron la forma, lo que contribuyó a que el cuarteto quedase establecido hasta nuestros días.
Hacia 1770 surgió el estilo llamado Sturm und Drang, inspirado en una especie de protorromanticismo literario del mismo nombre que podemos ejemplificar en el Werther de Goethe, y que en música produjo obras sinfónicas de ambiente trágico y apasionado, casi todas en modo menor, como algunas sinfonías de Haydn y C.P.E. Bach.

1775 a 1790

Wolfgang Amadeus Mozart, en retrato póstumo de Barbara Krafft, 1819
El centro de gravedad de la música europea se situó en Viena, donde un joven compositor comienza a revolucionar la ópera y el concierto: Wolfgang Amadeus Mozart. Aunque se basó en los aportes de Haydn, Mozart prefería melodías más cantables, al estilo italiano. Además en sus obras se aprecian más cromatismos y otras modificaciones armónicas. En cuanto a la instrumentación, utiliza más variedad de instrumentos, en ricas combinaciones tímbricas.
En la década de 1780 Muzio Clementi adquiere prestigio con sus sonatas y estudios para piano. Este compositor incentivó la extensión de la tesitura del instrumento, entre otras modificaciones que brindaron nuevas posibilidades. Similar papel jugó para el violonchelo Luigi Boccherini, italiano afincado en España.

Beethoven y el paso al Romanticismo

Una nueva generación de compositores formada por Johann Nepomuk HummelLuigi Cherubini y Ludwig van Beethoven comenzó a cobrar importancia. Formalmente, la sección de desarrollo de la forma sonata se hizo cada vez más compleja. También se complicaron los acompañamientos para crear texturas más ricas, y la armonía se volvió más flexible y elaborada. El piano ocupó un lugar central. Beethoven fue el que produjo los cambios más profundos en el estilo y por ello es considerado el responsable de la transición hacia el periodo romántico. Sus principales aportes fueron las innovaciones armónicas, y la búsqueda de una mayor expresividad. También fue un pionero en cuanto a la orquestación de sus sinfonías, ya que utilizó muchos instrumentos que no formaban parte de la orquesta y esto impulsó la ampliación de la misma.

Las formas musicales del Clasicismo

En este periodo se establecen las principales formas musicales vigentes hasta entrado el siglo XX, y las estructuras que las rigen; entre estas estructuras se destaca la llamada forma sonata, implementada en los primeros movimientos de la mayoría de las formas musicales del momento (sonata propiamente dicha, cuarteto, sinfonía, etc.).

Formas instrumentales

Las formas instrumentales del Clasicismo reciben su nombre según el conjunto al que están destinadas:
  • La sonata está escrita para un instrumento solista (generalmente el piano), o bien para piano y un segundo instrumento (violín, flauta, etc.).
  • El trío, el cuarteto, el quinteto... denominan a obras escritas respectivamente para tres, cuatro, cinco... instrumentos. Entre estas combinaciones quedan fijadas algunas plantillas fijas, como la del cuarteto de cuerda o el quinteto de viento.
  • La serenata, el divertimento y la casación suelen estar escritas para un conjunto de tamaño medio (pequeña orquesta de cuerdas, banda de viento), para ser interpretados al aire libre.
  • El concierto está escrito para un instrumento solista y orquesta.
  • La sinfonía es una obra escrita para orquesta sinfónica.

L'orchestre de l'opéra, cuadro de Edgar Degas, 1870.
Todas estas obras son estructuradas de modo similar, tomando como modelo la sonata. Tiene esta tres o cuatro movimientos:
  • En el primero se sigue un esquema con tres partes: primero una exposición en la que el compositor nos presenta dos temas, uno enérgico, en la tonalidad principal, y otro más melódico, en la dominante o el relativo mayor. En segundo lugar, el desarrollo, en el que se establece un conflicto entre los dos temas, que son fragmentados, transportados, variados... Finalmente la reexposición, en la que la tensión armónica se resuelve al volver a escucharse los temas iniciales en la misma tonalidad.
  • El segundo movimiento, lento, suele ser más melodioso, utilizándose la forma lied, de estructura ternaria y carácter lírico.
  • El tercer movimiento tiene un carácter más desenfadado, generalmente en forma de minueto, danza de origen francés, o de scherzo (en el caso de Beethoven).
  • En el cuarto movimiento se adopta casi siempre la forma rondó, que alterna un tema principal a modo de estribillo, en la tonalidad principal, con episodios en otros tonos.
En la sonata propiamente dicha los compositores solían prescindir a veces de alguno de los cuatro movimientos canónicos, a su elección. El concierto nunca tiene minueto, quedando por tanto estructurado siempre en sólo tres movimientos. Los divertimentos y serenatas, por el contrario, solían ampliar la secuencia habitual con algún movimiento suplementario.

Los instrumentos y la orquesta en el Clasicismo

Si bien la mayoría de los instrumentos sinfónicos ya existían desde el Barroco, muchos de ellos cambian y se adaptan a los nuevos requerimientos estilísticos y de composición de la época: así, los de viento aumentan el número de agujeros y llaves para adaptarse a las tonalidades con muchas alteraciones. Algunos instrumentos que surgen en este periodo son el pianoforte, el arpeggione y el clarinete, mientras pierden vigencia casi hasta su extinción la viola da gamba, el clavicordio, la flauta dulce (que volverá a renacer en el siglo XX), el bajón y el laúd, entre otros. El fortepiano se impuso sobre el clave de tal forma que pasó a ocupar un lugar central en la música de cámara e incluso en los conciertos solistas.
Este es un periodo clave también para la orquesta porque se configura la orquesta sinfónica como tal, por influencia de Mozart, Haydn y la escuela de Mannheim. De la orquesta de cámara heredada del Barroco se mantiene la sección de cuerdas como base, aunque esta es ampliada en número y suele complementarse con al menos un par de oboes y de trompas. Al avanzar el siglo queda fijada la sección de instrumentos de madera a dos: dos flautas traveseras, dos oboes, dos clarinetes y dos fagotes. La sección de metal solía incluir entre dos y cuatro trompas, dos trompetas (con timbales) y, ocasionalmente, uno o varios trombones. Se abandona la práctica del bajo continuo, y con ello el clavecín en la orquesta, salvo para los recitativos operísticos.

Las formas vocales

Manuscrito del Requiem de Mozart: inicio del Lacrimosa

La ópera

Ya desde inicios del siglo XVIII se había convertido en un fastuoso espectáculo de corte, a través del cual los monarcas y aristócratas exhibían su esplendor. Los temas se referían a la mitología y representaban grandes tragedias lírico-heroicas, montadas con gran aparato: era la llamada ópera seria, cantada en italiano.
Por el contrario, las clases sociales menos favorecidas contaban con su propio teatro musical, la ópera buffa, pequeñas actuaciones satírico-burlescas. De breve duración y argumento simple, recurren a la expresión directa en lenguaje coloquial y se sirven de dos o tres personajes solamente, reduciendo al máximo los elementos musicales, en los que desde luego están ausentes los coros y cobra la mayor importancia la melodía popular de fácil construcción. La ópera buffa ganó importancia y nivel artístico durante el Clasicismo, y aparecieron además versiones nacionales, escritas en la lengua local y con diálogos en lugar de recitativos, como el Singspiel en Alemania, la zarzuelaen España y la opéra-comique en Francia.

La música religiosa

Un gran número de compositores siguió adscrito al servicio de la Iglesia, y continuaron escribiendo por tanto formas religiosas como la misa y el motete, en general para orquesta, coro y solistas, y en un estilo deliberadamente arcaico. Un ejemplo muy conocido de este género es el Réquiem de Mozart.

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Bibliografía:
https://es.vikidia.org/wiki/M%C3%BAsica_del_Clasicismo
https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_del_Clasicismo
https://csociales.wordpress.com/2014/07/22/la-musica-en-el-clasicismo/
https://sites.google.com/site/historiadelamusica6o/la-musica-en-el-clasicismo